La Mona Lisa de Leonardo da Vinci esconde en sus pupilas las iniciales L y S que, según una investigación del Comité Nacional italiano para la Valoración de Bienes Históricos, corresponden a quienes inspiraron al artista italiano: la florentina Lisa Gherardini y el amante del autor renacentista, El Salai. La Mona Lisa o Gioconda es una obra de arte increíblemente famosa de Leonardo Da Vinci que data de inicios del siglo XVI. A simple vista parece un retrato de lo más común, pero a través de los años ha sabido cautivar a los miles de ojos que la han contemplado. La composición del retrato utilizada por Leonardo es una composición llamada piramidal. Partiendo de las manos hacia la cabeza, podemos apreciar una pirámide de base mucho más ancha que su cima, como podéis ver en la imágen de vuestra derecha. Evidentemente no es la única manera de componer un retrato, seguramente no la mejor, pero sí es efectiva y vale la pena intentarlo en nuestros retratos. Parece ser que para la época en la que se pintó la Gioconda las posturas eran más rígidas y los planos más abiertos. Independientemente de que hoy en día esto ya no sea así, a mi me gustaría que tomáramos conciencia de lo que gana un retrato cuando la persona que es protagonista está relajada y tranquila. Y con esto no quiero decir que no se deba posar. Lo que quiero señalar es que es muy importante para el fotógrafo tener algo de química con el o la modelo para que esta persona se sienta cómoda. Esto es quizás de lo más complicado al retratar a personas. Debes tenerlo siempre presente y dedicarle esfuerzo. Me encantan los detalles que tiene ya que para mi es muy real y buena.
La Mona Lisa de Leonardo da Vinci esconde en sus pupilas las iniciales L y S que, según una investigación del Comité Nacional italiano para la Valoración de Bienes Históricos, corresponden a quienes inspiraron al artista italiano: la florentina Lisa Gherardini y el amante del autor renacentista, El Salai. La Mona Lisa o Gioconda es una obra de arte increíblemente famosa de Leonardo Da Vinci que data de inicios del siglo XVI. A simple vista parece un retrato de lo más común, pero a través de los años ha sabido cautivar a los miles de ojos que la han contemplado. La composición del retrato utilizada por Leonardo es una composición llamada piramidal. Partiendo de las manos hacia la cabeza, podemos apreciar una pirámide de base mucho más ancha que su cima, como podéis ver en la imágen de vuestra derecha. Evidentemente no es la única manera de componer un retrato, seguramente no la mejor, pero sí es efectiva y vale la pena intentarlo en nuestros retratos. Parece ser que para la época en la que se pintó la Gioconda las posturas eran más rígidas y los planos más abiertos. Independientemente de que hoy en día esto ya no sea así, a mi me gustaría que tomáramos conciencia de lo que gana un retrato cuando la persona que es protagonista está relajada y tranquila. Y con esto no quiero decir que no se deba posar. Lo que quiero señalar es que es muy importante para el fotógrafo tener algo de química con el o la modelo para que esta persona se sienta cómoda. Esto es quizás de lo más complicado al retratar a personas. Debes tenerlo siempre presente y dedicarle esfuerzo. Me encantan los detalles que tiene ya que para mi es muy real y buena.
ResponderEliminar